Promover un enfoque integral del diseño arquitectónico que minimice el uso de energías provenientes de fuentes no renovables, disminuya su impacto ambiental negativo y mejore la calidad de vida de los habitantes a través del diseño edilicio y constructivo, integrando estrategias pasivas de acondicionamiento térmico y lumínico. Con este fin, se trata de identificar y analizar las variables que inciden en el comportamiento energético del edificio.